Las cubiertas compuestas, también conocidas como tejas sintéticas o compuestas, ofrecen varias ventajas:

Durabilidad: Los techos compuestos están diseñados para imitar la apariencia de los materiales tradicionales para techos, como madera, pizarra o asfalto, pero ofrecen una mayor durabilidad. Estas tejas son resistentes a la putrefacción, el moho y los daños de los insectos, lo que garantiza una vida útil más larga en comparación con algunas alternativas naturales. Versatilidad: los techos compuestos vienen en una amplia gama de estilos y colores, lo que ofrece a los propietarios la flexibilidad de lograr el aspecto deseado manteniendo los beneficios de los materiales modernos. Esta versatilidad permite una integración perfecta en varios estilos arquitectónicos. Rentabilidad: Los techos compuestos suelen ser más asequibles que los materiales naturales como la madera de cedro o la pizarra. Esto lo convierte en una opción rentable para los propietarios que buscan una solución de techado duradera y atractiva que no cueste mucho dinero. Facilidad de instalación y mantenimiento: las tejas compuestas suelen ser livianas y fáciles de instalar, lo que reduce los costos de mano de obra. También requieren un mantenimiento mínimo, siendo suficientes inspecciones periódicas y limpiezas ocasionales para mantenerlos en buen estado. Esta facilidad de instalación y mantenimiento aumenta su valor general.

En resumen, los techos compuestos combinan el atractivo estético de los materiales tradicionales con la durabilidad y rentabilidad modernas, lo que los convierte en una opción popular para muchos propietarios.